lunes, 21 de septiembre de 2015

Comienza la cuenta atrás...


Como el tic tac preciso de un reloj suizo comienza una semana diferente.


No solamente porque cambiamos de estación (algo que yo, gran defensora de la época fresquita del año celebro) o porque cambiemos de signo zodiacal, ese tan equilibrado como aquellos que lo poseen; sino porque dentro de dos días exactos cumplo mi primer cuarto de siglo. 

Y es por ello y como llevo haciendo desde hace varios años que me he propuesto hacer determinadas que cosas antes de cumplir los veintiseis. En mi lista aparece un corte de pelo, o más bien de flequillo (del que por el momento no me atrevo), terminar de una vez mis estudios (lo prometo solemnemente), seguir haciendo feliz a las personas que me quieren, arreglar ciertos desatendidos con personas a las que noto lejanas, no relacionarme con personas que lo único que hacen es chuparte la energia y llenarte de negativad (Esther tienes que volver a confiar en tu instinto, cuando no te cierra una persona es por algo)... y sobre todo y más importante he decidido (motivada porque siempre comentáis lo mucho que os gusta mi forma de hacerlo) escribir una historia que iré subiendo por entregas al blog.

Es justamente esto lo que más nerviosa me pone. Porque no es lo mismo escribir de tus propios sentimientos, que inventarte los de otras personas y hacer que funcionen. Por ello os pido que si veis demasiado horrible lo que subo, no dudéis en decirme "chata dedícate solo a mostrar lo que sientes tu, y deja lo otro a Maria Dueñas"

Así que como la cuenta atrás del principio en 3, 2, 1... Comienza lo nuevo.